Y seguimos con los trabajos. Le llega el turno a la pantalla transparente. Por medio de varias fotografías debemos dejar la pantalla de algún dispositivo como un cristal. Si bien podría hacerse de diversas maneras tenemos que seguir un procedimiento concreto: hacer una toma sin la pantalla, colocar la fotografía de fondo de escritorio en la posición exacta y hacer otra toma donde todo encaje.
Para dar algo de vidilla al fondo he distribuido algunos libros de ilustraciones que rondan por mi casa así como apuntes de dibujo.
Con esto, dejo las fotografías con las que he trabajado:
Esta es la toma de referencia sin pantalla.
Esta es la zona que seleccioné para el fondo de escritorio tras varias pruebas.
Y por último, dejo la imagen final:
Debido a las distintas temperaturas de color entre la pantalla y la luz del día tuve que igualar ambas zonas en Photoshop. Para obtener una buena exposición tanto en la pantalla como en el fondo tuve que jugar con el brillo de la pantalla y la luz de la escena, de otro modo no habría sido posible. Finalmente, en lo referente al acabado, se hace necesaria una buena limpieza de los elementos a utilizar. Sin embargo, hay determinada suciedad que parece incrustada y en simbiosis con algunos elementos con lo que fue imposible erradicarla.
Nos vemos!!
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