Fue
la mañana del 12 de Octubre de 2013 cuando acudimos al Centro Andaluz de Arte
Contemporáneo para visitar la exposición de Guillermo Pérez Villalta. El CAAC
se sitúa en el Monasterio de la Cartuja, quedando una de sus entradas frente a
la Pasarela de la Cartuja. Como dato adicional debemos mencionar, para los
bolsillos más sensibles, que la entrada es gratuita los sábados.
Guillermo Pérez Villalta nació en
Cádiz en 1948. Debe saberse que, ya sea por la importancia sentimental o por la
importancia de la pieza en su carrera como artista, Pérez Villalta conserva un
gran número de sus obras en propiedad. En Souvenir
de la Vida deja pasar al espectador a este rinconcito privado para mostrar
estas piezas que tanta importancia tienen para él. Pérez Villalta no se limita
a una técnica o soporte. Trabaja pinturas, dibujos y esculturas con la misma
fuerza que lo hace en el terreno de la arquitectura. Presenta también distintos
elementos de su vida íntima, tales como documentos y objetos personales.
El CAAC puede
parecer un laberinto a primera vista y para el ojo nuevo. Ese fue nuestro caso
personal. Hacía años que por desgracia no pisaba aquellas salas y cuando llegué
a hacerlo nunca fui consciente del verdadero espacio que abarca. Así que cuando
aterrizamos allí la mañana del sábado casi nos vemos desbordados por tantas
cosas para ver. Sin embargo, la disposición ordenada de las piezas facilita la
comprensión total de la obra del autor sin que llegue a producirse un exceso de
información en el espectador. Vemos las piezas ordenadas por técnicas y por las
etapas de su vida en las distintas salas.
Lo
que más nos llamó la atención fue una obra titulada Meditaciones Metafísicas, de 1964 (la cuál no he encontrado en Internet). Se trata de una pintura al óleo
sobre madera con unas dimensiones de 100x145 centímetros. Las texturas y
relieves supusieron elementos llamativos para nuestro ojo que, al ver la pieza
más detenidamente, fue descubriendo los pequeños detalles que la componían en
su totalidad. Sí es cierto que, debido a la gran cantidad de obras que se
exponían, si bien no se produce ese exceso de información que mencionábamos, sí
podía resultar un tanto pesado y repetitivo en ciertas ocasiones (las menos,
eso sí).
La
exposición de Pérez Villalta fue un viaje a su vida personal y a la trayectoria
de su carrera. Algunas partes nos hacían incluso rememorar nuestra propia
infancia, como sucedió con la zona en la que el autor presentaba algunos de sus
juguetes. La sensación que captamos es la de un autor que ha trabajado durante
toda su carrera como artista, haciendo lo que más le apetecía en cada momento y
con la técnica que más gratificante le era. Esto, claro está, son nuestras
deducciones personales.
Concluiremos
diciendo que, en resumen, se trata de una exposición larga pero no densa. Una
exposición para disfrutar de los detalles y donde cada uno puede encontrar un
rincón de la vida del autor en el que se sienta más cómodo: en las acuarelas,
la escultura, el óleo, etc. La ambientación del CAAC hace que, además de
disfrutar de la obra de Pérez Villalta, podamos recrearnos en los edificios y
la decoración del Monasterio de la Cartuja.
En el siguiente enlace de la página del CAAC podemos ver más información sobre el autor y su obra, así como descargar documentos informativos sobre los mismos: http://www.caac.es/programa/gpv13/frame.htm
Nos vemos!
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