Título: Nuevo Cinema Paradiso
Año: 1988
Duración: 123 min.
Género: Drama
Director: Giuseppe Tornatore
Director de Fotografía: Blasco Giurato
Música: Ennio Morricone
Ya terminado los exámenes, he podido disfrutar de nuevo de esta obra que recomiendo sin dudarlo. De nuevo aviso, para quien no haya visto la película aún: ATENCIÓN, SPOILERS
Reseña:
Cinema Paradiso (Nuovo Cinema
Paradiso) nos cuenta la historia de un joven que desarrolla un gran vínculo
con el mundo del cine. En una Italia afectada por la guerra y dominada por la
censura de la Iglesia, en joven Salvatore (Salvatore Cascio) encuentra en
Alfredo (Philippe Noiret), un veterano operario de cine, la figura paterna que
le ayudará a desarrollar su amor por el Séptimo Arte. Sin lugar a dudas,
Giuseppe Tornatore logra, en tan solo 123 minutos, hacernos sentir como si
hubiésemos vivido toda una vida junto al Cinema Paradiso.
Entre
todos los aspectos que podríamos destacar de esta película (y que nos ocuparía
mucho más espacio del que desarrollaremos) nos centraremos primero en la
relación con la fotografía. Si bien la fotografía no aparece tal cual en la
cinta sí lo hace su “hermano”: el cine. Y el cine es un protagonista más, el
elemento clave sobre el que se desarrolla la acción y por el que tantas
alegrías y penurias pasan los otros protagonistas.
Podemos ver la infancia de
Salvatore, así como otros momentos de su vida, a través de flashbacks que se van dando durante el retorno a su tierra natal.
El hilo que enlaza estos recuerdos es ese sentimiento de añoranza, tristeza y
casi arrepentimiento que deja ver el Salvatore ya entrado en años (Jaques
Perrin). La unión es tan agradable que, como decimos, al terminar la historia
sentimos como si hubiésemos sido testigos de toda una vida.
La iluminación (Blasco Giurato)
consigue sumergirnos en el ambiente de la época, llevándonos desde las soleadas
plazas de Italia, pasando por el interior de las salas de cine, hasta el
pequeño cuartillo desde donde Alfredo enseña a Salvatore a manejar el
proyector. Los planos enteros, sobre todo al principio, denotan la poca edad de
Salvatore, un típico niño de mirada pícara, delgado y acostumbrado a, en cierta
medida, a crecer demasiado pronto. La música, de Ennio Morricone (Por un puñado de Dólares) acompaña de
manera perfecta al desarrollo de la acción, adecuándose de manera magistral a
cada momento de la vida de Salvatore.
Comentaremos,
en el plano de lo personal, que se trata de una de las pocas películas que
realmente ha llegado a emocionarnos. Nos demuestra cómo el amor por algo, en
este caso por el cine, salva fronteras y no admite barrotes ni censuras. El
regalo de un Alfredo ya fallecido a ese joven por el que tanto afecto sintió es
algo que va más allá de lo material. Se trata de una declaración de amor, al tiempo
que una promesa de libertad y una reafirmación de lo que el cine es capaz de
transmitir, tarde o temprano.
Nos gustaría destacar también
cómo se desarrolla ese aprendizaje sobre cine en cuanto a Salvatore se refiere.
El elemento más importante de su formación es, como hemos comentado, el cariño.
Si bien en un primer momento Alfredo se muestra reacio a enseñarle (por el bien
del propio muchacho), más tarde lo que prima en el aprendizaje es el afecto.
Sin
lugar a dudas, Cinema Paradiso es un título fundamental para todo aquel que
quiera disfrutar del cine. El juego del cine dentro del cine es llevado a un
plano muy emotivo por Tornatore, que sabe mantener el corazón en la mano del
espectador hasta el último minuto. Un drama que sabe transmitir cómo la pasión,
bien conducida y desarrollada, puede transformar y dirigir la vida de alguien
por completo.
Y hasta aquí la reseña. Ánimo y a disfrutar de Cinema Paradiso!
Nos vemos!